viernes, 15 de enero de 2021

Dispensación a domicilio

En nuestra UFPE contamos con una larga experiencia en dispensación domiciliaria ya que en 2011 pusimos en marcha un programa con pacientes hemofílicos en colaboración con la Asociación de Hemofilia de la Comunidad Valenciana (ASHECOVA). Durante estos años se ha dado soporte por esta vía a casi 70 pacientes y se han realizado más de 4.000 envíos sin incidencias de importancia y con un elevado grado de satisfacción por parte de los pacientes (se pueden consultar más detalles pinchando aquí).

En el mes de marzo del año 2020, como consecuencia de la pandemia por Covid-19, la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios habilitó en el ámbito de la Comunidad Valenciana un programa de envío a través de un operador logístico externo durante el primer estado de alarma, es decir, hasta el día 19 de junio. Nuestra UFPE se adhirió a dicho programa con objeto de reducir en lo posible la presencia de pacientes en la unidad para disminuir el riesgo de contagio.



Durante esta fase, se realizaron 2.780 programaciones de envío para 2.302 pacientes que supusieron 4.507 dispensaciones. Estas cifras suponen una media de 53,5 pacientes diarios con una cobertura del 30,4% del total de pacientes atendidos en esos días. 



Además, gracias a esta iniciativa, se redujo a casi la mitad el tiempo medio de espera de los pacientes que acudieron a la UFPE de forma presencial (de 18,5 minutos de media antes del programa a 10,2 minutos después, hasta el fin del estado de alarma), disminuyendo así también el riesgo de contagio de esos pacientes.

La verdad es que son cifras muy relevantes, teniendo en cuenta la velocidad con la que se puso en marcha el programa, el sobreesfuerzo que supuso (aparte de programar y preparar los envíos siempre se contactaba previamente con los pacientes) teniendo en cuenta la escasez de recursos que tenemos y la presión que tuvimos durante esos primeros meses de pandemia. Por todo ello, estamos muy satisfechos del trabajo realizado.

Pero más satisfechos estamos de la respuesta de los pacientes, con numerosas muestras de cariño y agradecimiento por el alivio que les suponía no tener que venir al hospital en aquellos momentos en los que el miedo y la incertidumbre estaban muy presentes. Más allá de esa percepción, quisimos recabar la opinión de los pacientes acerca de su experiencia con el programa, para lo cual preparamos una encuesta de satisfacción. La encuesta se envió por correo electrónico a 613 pacientes (27% de los incluidos) y recibimos 325 respuestas (53% de las enviadas), obteniendo una elevada satisfacción con una puntuación media de 9,6 sobre 10. Según los datos de la encuesta, siempre hubo contacto previo al envío y el paciente pudo preguntar o resolver cualquier duda o incidencia previa y la medicación llegó correctamente, en buen estado y en la fecha programada. Además, los pacientes piensan que el envío a domicilio no afecta negativamente a la comunicación con los profesionales de la UFPE y la atención farmacéutica recibida fue percibida como igual (36%) o mejor (63%). Como principales ventajas, los pacientes refirieron el ahorro de tiempo y desplazamientos, la seguridad y una menor alteración de su vida diaria y como aspectos a mejorar establecer un horario más concreto para la entrega. Prácticamente todos los pacientes mostraron su deseo de que el programa se mantuviera tras la pandemia y lo recomendarían a otros pacientes.



En base a los resultados obtenidos, una vez finalizado el primer estado de alarma, nuestra UFPE ha continuado con el programa de dispensación domiciliaria y a fecha 30 de diciembre de 2020 hemos enviado medicación a 2.691 pacientes, hemos hecho 5.365 programaciones de envío y hemos realizado 9.133 dispensaciones.


En mi opinión la dispensación domiciliaria ha llegado para quedarse, ya que hemos visto que es útil para pacientes, profesionales y sistema sanitario, porque los pacientes lo demandan y porque hemos visto que somos capaces de hacerlo y de obtener buenos resultados. No obstante, una vez superada la pandemia, tenemos muchos retos por delante para garantizar un sistema óptimo:

  • Garantizar el adecuado seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes
  • Determinar cual es el modelo más adecuado
  • Determinar qué pacientes se van a poder beneficiar
  • Disponer de un marco legal adecuado
  • Disponer de los medios humanos y materiales que garanticen calidad y seguridad
  • Medir resultados
  • Conocer la opinión, necesidades y valoración de los usuarios
  • Contar con los pacientes para diseñar proyectos, evaluar resultados y adaptar las intervenciones

En definitiva, todavía nos queda mucho camino por recorrer... ¡pero estamos en marcha!

Un saludo.



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