martes, 24 de julio de 2012

La adherencia terapéutica en vacaciones

Bien entrado el verano y con el mes de agosto a la vuelta de la esquina, muchas familias ultiman los preparativos para disfrutar de unos merecidos días de vacaciones en los que disfrutar del calor, de la actividad sociocultural y relajarse.

Con el objetivo de disfrutar al máximo de este periodo de descanso, organismos, entidades y administraciones relacionadas con la salud y el bienestar facilitan año tras año unos consejos dirigidos a diferentes colectivos para hacer frente a las altas temperaturas y los efectos secundarios que éstas pueden causar a enfermos crónicos, así como una serie de recomendaciones para no olvidar que sus tratamientos “no cogen vacaciones” y recordar la importancia del correcto cumplimiento de su tratamiento.

La OMS define el cumplimiento o adherencia terapéutica como la magnitud con que el paciente sigue las instrucciones médicas, pero quizás la ya clásica definición de Haynes y Sackett sea más completa al definirlo como la medida en que la conducta del paciente en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de su estilo de vida coinciden con las indicaciones dadas por su médico; siendo por tanto el incumplimiento el grado en que no se realizan estas indicaciones. Seguir una prescripción, la adherencia terapéutica, es un proceso complejo que está influido por múltiples factores ampliamente estudiados, existiendo factores relacionados con el paciente, con el profesional, con el sistema sanitario, con la enfermedad y con los propios fármacos.

Uno de los posibles factores relacionados con el paciente puede ser las vacaciones. Así, las autoridades sanitarias insisten en la necesidad de continuar con el tratamiento de manera habitual en todas las épocas del año, lo cual incluye las vacaciones de los pacientes y de sus familiares, con el fin de no interrumpir el tratamiento y por lo tanto de asegurar la efectividad del mismo.

Y es que, según una noticia publicada por http://www.correofarmaceutico.com/, creencias falsas como que el calor baja la tensión o que las patologías respiratorias son propias del invierno provocan que los enfermos descuiden su medicación y aumenten las tasas de incumplimiento en verano.

En definitiva, es evidente que una adherencia terapéutica deficiente compromete gravemente la efectividad de su tratamiento y por lo tanto de su salud, por lo que desde nuestra unidad queremos recordarle la importancia de este hecho y le animamos a que siga correctamente su tratamiento incluso estando de vacaciones.

Un saludo y felices vacaciones.


miércoles, 18 de julio de 2012

El calor y los medicamentos

Un año más, por estas fechas (por qué será....), son muchas las recomendaciones que nos llegan acerca de los riesgos de la exposición de los medicamentos al calor. Y, un año más, os recordamos algunos consejos al respecto mediante nuestra hoja informativa "Conservación de los medicamentos en caso de exposición a calor".


En todo caso, a pesar del calor asfixiante....... ¡Feliz verano!

Un saludo.

martes, 3 de julio de 2012

Riesgos al administrar medicamentos a los niños por parte de los padres

Hace poco leí en Diario Médico una noticia que llamó mi atención en relación al cálculo de las dosis de medicamentos a administrar a los niños por parte de sus padres. Según la noticia, un estudio americano ha demostrado que los padres con escasos conocimientos matemáticos y con una educación de nivel bajo son cinco veces más propensos a administrar los medicamentos de manera incorrecta a sus hijos que los que sí poseen habilidades matemáticas de un cierto nivel.

El trabajo analizó las habilidades matemáticas y de lectura de 289 padres con hijos menores de ocho años, que habían recibido un tratamiento en forma líquida en su visita a las urgencias pediátricas para compararlas con la dosis del medicamento que administraban. Los progenitores realizaron tres tests para que los científicos analizasen sus habilidades. Después mostraron cómo medían la medicación que les habían prescrito en el tratamiento de sus hijos. Las conclusiones del estudio mostraron que uno de cada tres tenía pocas habilidades de lectura, mientras que el 83 por ciento de los padres tenían poca pericia numérica. Asimismo, los resultados también mostraron que el 41 por ciento de los padres administraban una dosis errónea. Desde luego, una cifra preocupante. Nosotros, en el hospital, no tenemos esta problema cuantificado. Pero en el día a día nos encontramos con este y otros problemas relacionados.

Los autores señalan que los padres están preocupados por buscar la manera más efectiva y segura de suministrar la medicación a sus hijos y que es necesario dirigir esta falta de habilidades con estrategias que reduzcan la posibilidad de que los padres den la medicación de forma inadecuada. En cualquier caso, estudios como este deben llevarnos a una reflexión acerca de un tema que afecta de manera directa a la efectividad y a la seguridad de los medicamentos en niños. Para los padres, un mensaje claro: deben estar seguros de la dosis que deben administrar a sus hijos y de cómo deben hacerlo (cantidades e instrumentos a utilizar) y deben consultar con su médico y/o farmacéutico cualquier duda al respecto. Y otro para los profesionales sanitarios: no deben nunca dar por supuesto que los padres van a ser capaces de dosificar adecuadamente el medicamento prescrito y deben hacer un esfuerzo para asegurarse de que lo han comprendido y así evitar errores.

Hay mucho por hacer...