miércoles, 26 de octubre de 2016

Una reflexión sobre el Dr Google, los pacientes y los profesionales sanitarios

Observemos la siguiente imagen:




Ahora pensemos cómo interpretaría este dato un paciente y cómo lo haría un profesional sanitario...

Es muy probable que la respuesta esté en las dos imágenes siguientes. Pincha sobre cada una de ellas para ver la reacción del profesional y la del paciente:


                          PROFESIONAL SANITARIO                                PACIENTE

              


Como vemos, el profesional sanitario se fijaría en que no parece haber una relación concluyente entre el fármaco y la aparición de cáncer de vejiga y que, además, se trataría de un tipo de cáncer muy raro y con baja probabilidad de aparición. Sin embargo, el paciente seguramente se fijaría en la palabra cáncer y en que el fármaco que le han recetado puede producirlo, obviando todo lo demás, lo cual podría llevarle a tomar decisiones en cuanto a tomarlo o no, con el riesgo que supondría para su diabetes.

¿Estás de acuerdo? ¿Piensas que sería más o menos así?

Más allá del mayor o menor parecido con la realidad, este ejemplo pretende ilustrar cómo a veces resulta difícil para los pacientes interpretar adecuadamente la información sobre salud que encuentran en Internet. En este sentido, cobra especial relevancia el papel que los profesionales sanitarios debemos asumir como mediadores entre la información de salud y el paciente. Por ello, además de recomendar recursos de información sanitaria fiables, debemos animar a los pacientes a que compartan con nosotros cualquier información que encuentren en la red y nos consulten cualquier duda al respecto. Esto puede ser un reto para muchos profesionales que piensan que el acceso por parte de los pacientes a información de salud en Internet puede resultar perjudicial e interferir la relación profesional-paciente. Sin embargo, más allá de la opinión de cada uno al respecto, es un hecho que los pacientes consultan Internet tanto antes como después de acudir a las consultas. Por tanto, debemos asumir el reto e implicarnos de lleno en este terreno. Además, en el contexto de una relación de confianza, esta situación puede reforzar dicha relación entre profesional y paciente y ser determinante para que éste utilice su autonomía de manera más informada.

Piénsalo... ¿eres paciente y consultas Internet para temas de salud? ¿Compartes esta información con los profesionales sanitarios que te atienden? Si la respuesta es no, puede suponer un riesgo importante para tu salud.

Y si eres un profesional sanitario, piénsalo también... ¿crees que tu paciente no está buscando información sobre su patología y su tratamiento en Internet? ¿Crees que la está compartiendo contigo? Si la respuesta es no, hay riesgo de una mala interpretación de la información que encuentre y le lleve a tomar decisiones equivocadas que pueden afectar a su salud.

Saludos!

PD: la paciente del ejemplo decidió dejar de tomar su antidiabético. Tres meses después su diabetes estaba totalmente descontrolada y le produjo daños a nivel renal.

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