Con la llegada del buen tiempo, no está de más recordar la importancia del cuidado de la piel frente a la exposición solar y más teniendo en cuenta que cerca de 3000 casos de cáncer de piel son diagnosticados cada año en España.
Los cánceres de piel se dividen en dos grandes grupos: melanoma, que es el más severero, y cáncer de piel no melanoma. A pesar de que hay un pequeño porcentaje de casos de origen genético, se sabe que el principal causante directo de estos es la radiación ultravioleta, fundamentalmente por exposición inadecuada al sol o a otras fuentes artificiales, como las lámparas bronceadoras.
En relación a la edad, es el cáncer más frecuente en adultos entre los 30 y los 60 años, siendo su incidencia similar en hombres y mujeres. En las últimas décadas, el número de casos ha estado aumentando notablemente.
La buena noticia es que hay muchas cosas que se pueden hacer para protegerse del cáncer de piel, o para encontrarlo lo suficientemente temprano de manera que pueda ser tratado eficazmente.
Para encontrar temprano el cáncer de piel, no es necesario hacer radiografías ni análisis de sangre, simplemente se requiere de sus ojos y de un espejo. Entre los consejos que aportan los expertos, se encuentran vigilar los lunares y consultar con el médico si cambian de color, de tamaño, pican o sangran. También se recomienda visitar al dermatólogo si aparecen manchas o lesiones en la piel antes inexistentes.
Existen personas que presentan un mayor riesgo, por lo que van a necesitar una mayor protección. Entre los factores de riesgo más importantes se encuentran:
- Haber padecido cáncer de piel o tiene antecedentes familiares de cáncer de piel, especialmente melanoma.
- Presentar muchos lunares, lunares irregulares o lunares grandes.
- Personas de piel blanca, tiene ojos azules o verdes, o es rubia, pelirroja o tiene cabello castaño claro.
- Presentar ciertas enfermedades autoinmunes,
- Tomar medicación que haga a su piel más sensible al sol
- Haber recibido un trasplante de órgano.
- Tomar medicinas que reducen su inmunidad.
Si va a pasar tiempo al aire libre, algunas de las recomendaciones para protegerse contra los rayos UV son:
- Póngase protectores solares adecuados a sus características que contengan filtros frente a los rayos UVA y UVB
- Úntese la cantidad suficiente cubriendo toda la superficie corporal y sin olvidar zonas como las orejas o el cuero cabelludo en el caso de los niños pequeños.
- Aplique los productos siempre con la piel seca; si está mojada las gotas funcionan como una lupa y aumentan el riesgo de que se produzcan quemaduras
- Realize la primera aplicación al menos 30 minutos antes de exponerse al sol
- Vuelva a aplicarse el protector al menos cada dos horas e incluso con más frecuencia si usted está nadando o sudando
- Reponga el fotoprotector después de cada baño prolongado (más de 20 minutos) o cada dos horas. Además es importante que éstos sean resistentes al agua.
- Evite la exposición de la piel al sol en horas de máxima intensidad (entre las 12:00 y las 16:00 horas).
- Use gorra o sombrero, así como gafas de sol adecuadas durante la exposición al sol
- Evite la exposición de los bebés directamente al sol. En caso de hacerlo, siempre se deben utilizar productos específicos para su tipo de piel, con factor de protección nunca inferior a SPF 50.
- Proteja a los niños con ropas ligeras adecuadas (camiseta, gorra…).
Con estos sencillos consejos gran número de estos cánceres de piel pueden ser evitados. Esperamos que sean de utilidad.