jueves, 28 de abril de 2016

Apps de salud: sí, pero...

Las aplicaciones para dispositivos móviles (apps) de salud están cada vez más presentes en nuestro entorno. Se estima que en la actualidad hay disponibles más de 165.000 y esta cifra, sin duda, va en aumento. Además del alto volumen de negocio que suponen, este auge se debe a que de ellas se esperan múltiples beneficios, tanto para el usuario, ciudadano y paciente) como para el sistema sanitario (empoderamiento del paciente en el manejo de su enfermedad y su tratamiento, promoción de hábitos de vida saludables, comunicación entre profesional sanitario y paciente, monitorización de parámetros clínicos y fisiológicos, almacenamiento inteligente de datos, acceso a poblaciones difíciles de alcanzar mediante vías tradicionales, reducción de costes sanitarios...).

No obstante, existen algunas limitaciones en el uso de apps de salud. Entre ellas, una de la más importante es la falta de regulación específica clara de este mercado, lo que plantea dudas acerca del funcionamiento de las apps (¿hacen realmente lo que dicen que hacen?, ¿están validadas?) y de la seguridad de los datos que los pacientes registran en las apps. De hecho, existe una creciente preocupación por parte de las autoridades sanitarias para garantizar la protección de pacientes y profesionales sanitarios en lo referente al uso de apps de salud. Así, aunque todavía no existen normativas específicas sobre este tema, se han puesto en marcha iniciativas encaminadas a ello tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea.

Respecto al funcionamiento de las apps, a modo de ejemplo, se ha publicado recientemente un estudio (1) realizado por investigadores de la Johns Hopkins University School of Medicine de Baltimore, en el que se evaluó una app desarrollada para medir la tensión arterial. Cabe citar que dicha app (que ya ha sido retirada) estuvo disponible durante 421 días, de los cuales 156 estuvo dentro del top-50 de ventas en la Apple AppStore (al menos se vendieron 950 copias diarias durante ese tiempo) con un coste de 4,99$. En total, se vendieron más de 148.000 copias. Pues bien, este estudio demuestra que las mediciones de presión arterial realizadas con esta app fueron altamente erróneas, estimando que el 77,5% de los individuos hipertensos fueron evaluados como normotensos, con el riesgo que esto supone para ellos. En los gráficos A y B se ve la diferencia entre los valores de presión arterial sistólica (máxima) y diastólica (mínima) medida con un método estándar (con un esfingomanómetro validado y calibrado) y con la app evaluada:

Si la app hubiera medido bien los valores, los puntos estarían muy próximos a la línea. Sin embargo, podemos ver la enorme dispersión de la nube de puntos, con valores muy alejados de la recta. Incluso muchos quedan en la zona de falsos positivos y de falsos negativos. En definitiva, un desastre...

Estudios como este nos deben hacer reflexionar tanto a las autoridades sanitarias, como a los desarrolladores de apps, profesionales sanitarios y pacientes acerca del riesgo que se asume al utilizar determinadas apps no validadas. Se debe avanzar en desarrollar mecanismos regulatorios estrictos que garanticen la validez de las apps de salud. Mientras tanto, nuestra conclusión es clara: antes de utilizar una app de salud, como en cualquier otro tema relacionado con la misma, consulte a sus profesionales sanitarios.

Un saludo.


1. Plante TB, Urrea B, MacFarlane ZT, Blumenthal RS, Miller ER 3rd, Appel LJ, Martin SS. Validation of the Instant Blood Pressure Smartphone App. JAMA Intern Med. 2016 Mar 2. doi: 10.1001/jamainternmed.2016.0157. [Epub ahead of print]

martes, 12 de abril de 2016

Nueva estrategia de la AEMPS frente a medicamentos falsificados

La falsificación de medicamentos supone una amenaza muy importante para la salud de los pacientes. Por este motivo, las autoridades sanitarias de todo el mundo desarrollan iniciativas para combatir este problema. En España, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) desarrolla estrategias cuatrienales desde el año 2008 aunando esfuerzos de las autoridades sanitarias, tanto nacionales como de las comunidades autónomas, las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, Ministerio de Justicia, Agencia Tributaria, industria farmacéutica, entidades de distribución, oficinas y servicios de farmacia y profesionales sanitarios. Se trata de un trabajo multidisciplinar con el objetivo de proteger la salud de los ciudadanos frente a los peligros asociados al consumo de medicamentos falsificados. Pues bien, ayer mismo se publicó la "Estrategia frente a medicamentos falsificados 2016-2019" por parte de la AEMPS.

En esta nueva estrategia se da continuidad algunas actuaciones de las ediciones previas y se incorporan nuevas, como las derivadas de los preparativos necesarios para la puesta en marcha, en 2019, del futuro sistema de dispositivos de seguridad, que permitirá la verificación de la autenticidad e integridad de cada envase de medicamento antes de su dispensación a los pacientes. También destaca el refuerzo de comunicaciones dirigidas a la concienciación ciudadana, en especial en relación con la venta ilegal de medicamentos a través de Internet dado que ésta es la principal vía de acceso a medicamentos falsificados.

Las bases de la estrategia son:
  1. Cooperación de todos los sectores implicados, tanto sanitarios como no sanitarios, de naturaleza pública o privada
  2. Intercambio de información rápido y permanente entre todas las partes interesadas, así como con las autoridades sanitarias de otros países y con otros organismos inter o supranacionales.
  3. Formación adecuada de todos los agentes implicados, e incremento de la sensibilización y conocimiento de los ciudadanos sobre este problema

El objetivo último de todas estas actuaciones es la protección de la salud de los ciudadanos de los peligros asociados al consumo de medicamentos falsificados, para lo cual se proponen los siguientes
objetivos específicos:
  1. Reforzar y consolidar las medidas de control existentes con el fin de evitar la entrada o la salida de medicamentos falsificados del territorio español, así como su distribución en el canal farmacéutico
  2. Mantener un sistema de vigilancia e investigación que permita la detección precoz de la presencia, en territorio español de medicamentos falsificados
  3. Actuar de forma rápida tras la detección de medicamentos falsificados para conseguir su retirada inmediata
  4. Desarrollar un plan de actuaciones específicas para combatir la venta ilegal de medicamentos a través de Internet
  5. Concienciar a los consumidores sobre los riesgos asociados al consumo de medicamentos falsificados e ilegales, así como de los dispensados ilegalmente al público

En relación al objetivo número 5 en este mismo blog, además de esta misma entrada,  hemos escrito ya anteriormente alertando sobre este tema:

Para finalizar, os dejo la misma recomendación que escribíamos hace unos días en nuestra entrada sobre el caso medicamentos e Internet: adquiere tus medicamentos únicamente en canales farmacéuticos autorizados (oficinas de farmacia o servicios de farmacia hospitalaria) y nunca directamente a particulares. Y en caso de detectar anuncios de compraventa de medicamentos entre particulares por Internet no lo dudes, denuncia. Tu salud y la de los tuyos está en juego.

Un saludo.


Fuentes:

martes, 5 de abril de 2016

Medicamentos e Internet. El caso Wallapop

Estos últimos días se ha formado una pequeña/gran revolución en la comunidad farmacéutica tuitera (#Farmatuiteros) a cuenta de la venta ilegal de medicamentos en la conocida plataforma de compraventa Wallapop. Vacunas, medicamentos para reproducción asistida, antirretrovirales, fármacos para la hepatitis C, para la disfunción eréctil... En fin, de todo un poco. Más allá del problema concreto de esta plataforma (Wallapop no es el único lugar donde podemos encontrar este tipo de anuncios), de la rápida respuesta de los farmacéuticos (y demás profesionales sanitarios) advirtiendo a la población y denunciando el hecho a las autoridades y de las consecuencias que esto pueda tener (al menos en forma de retirada de los anuncios de venta de medicamentos), queremos volver a llamar la atención acerca del peligro que supone la compraventa de medicamentos por Internet. 

En primer lugar, hay que recordar que se trata de una práctica ILEGAL, ya que la legislación española solo permite la venta por internet de medicamentos publicitarios (que en ningún caso necesitan receta médica) en los sitios web de las farmacias que cumplan con los requisitos establecidos en la normativa de aplicación, cuyos datos figuran en los listados públicos que se encuentran en la página web de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Por tanto, la compraventa de medicamentos entre particulares es sancionable. 

Pero en segundo lugar, y todavía más importante, es una práctica PELIGROSA dado que hay peligro de falsificación, de mala conservación o de que se trate de lotes que, por cualquier motivo relacionado con su seguridad, hayan sido retirados por las autoridades sanitarias. En definitiva, se trata de una práctica que supone un RIESGO importante para la salud de los ciudadanos. 

En relación al tema, se ha creado un hashtag en twitter (#StopEstraperlo) donde se puede denunciar cualquier anuncio de compraventa ilegal de medicamentos por Internet. Además, hoy mismo la AEMPS ha emitido una nota informativa de advertencia en relación con la venta de medicamentos a través de webs y aplicaciones para el móvil de compraventa entre particulares.


La recomendación es clara: adquiere tus medicamentos únicamente en canales farmacéuticos autorizados (OFICINAS DE FARMACIA o SERVICIOS DE FARMACIA HOSPITALARIA) y nunca directamente a particulares. Y en caso de detectar anuncios de compraventa de medicamentos entre particulares por Internet no lo dudes, DENUNCIA. Tu salud y la de los tuyos está en juego.

Un saludo.


Más información: