España es uno de los países de Europa con mayor consumo de antibióticos por habitante y mayores problemas de resistencia de las bacterias a los mismos, según advierte la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). De ahí la importancia que tiene utilizar estos fármacos de forma adecuada con el objetivo de conseguir que perdure su eficacia.
La resistencia de las bacterias a los antibióticos es un problema de salud pública puesto que pone en riesgo a aquellos pacientes que necesitan o van a necesitar los antibióticos en situaciones críticas para su salud. Por ello es necesario que la población haga un uso responsable de los antibióticos y siga rigurosamente la prescripción médica.
Los dos grandes pilares del control de las resistencias se basan en las medidas de control de la infección como el lavado de manos y en el uso prudente de los antibióticos:
- Utilizarlos sólo cuando es necesario, no en infecciones virales como resfriados, catarros y gripes, y siempre bajo prescripción médica.
- Tomar las dosis recomendadas, a las horas indicadas y durante los días establecidos por el profesional sanitario.
El uso prudente de los antibióticos puede contribuir a detener el desarrollo de bacterias resistentes y ayudar a que este tipo de medicamentos sigan siendo eficaces para las generaciones venideras, ya que según datos de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), la disponibilidad de nuevos antibióticos para tratar bacterias que ya son multi-resistentes es muy escasa en la actualidad.
Esperamos que con estas reflexiones y recomendaciones consigamos entre todos mantener la eficacia de nuestros valiosos antibióticos.
Un saludo
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