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jueves, 12 de julio de 2018

¿Qué resultados tenemos con el tratamiento de la hepatitis C?


¿Recordáis el impacto mediático que tuvo hace unos años la hepatitis C? ¿Os acordáis del Sovaldi®? Seguro que sí, de hecho es uno de esos casos en los que una marca comercial acapara toda la atención sobre un tratamiento. Pues bien, ahora ya conocemos los resultados de este y otros fármacos conocidos como “antivirales de acción directa” (AAD) para el tratamiento de la hepatitis C.

Recordaremos que la hepatitis C es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente al hígado, causada por el virus de la Hepatitis C (VHC). Este virus ocasiona una infección aguda, que en algunos casos evoluciona hacia una curación espontánea, pero en la mayoría de los casos (60-80%) produce una inflamación crónica y fibrosis en el hígado, que puede conducir a lo largo de los años a una cirrosis (formación de cicatrices que endurecen el hígado e impiden su correcto funcionamiento) o un cáncer de hígado. En alguno de estos casos la única opción para el paciente es un trasplante hepático.

La infección crónica por el VHC afecta a más de 71 millones de personas en el mundo según los datos de la OMS. En España se estima que entre el 0,3 y el 0,4% de la población adulta presenta infección activa por el VHC. Por lo tanto se sigue transmitiendo (la mayoría de las infecciones se producen por exposición a pequeñas cantidades de sangre, y principalmente por la  reutilización de agujas y jeringas usadas, en la drogadicción por vía parenteral, piercings y tatuajes), y es un problema de salud mundial.

Hasta el año 2011 el tratamiento de la hepatitis C se basaba en la combinación de ribavirina e interferón alfa. Este tratamiento era incómodo, con una duración de 1-2 años, con una eficacia cercana al 75 % en el mejor de los casos, y sobre todo, con muchos efectos adversos que conducían al abandono del tratamiento. Ese año aparecieron los primeros AAD (boceprevir y telaprevir), que aportaban una mayor eficacia, pero se debían asociar al tratamiento con interferón y ribavirina, de modo que presentaban dos inconvenientes importantes: una pauta muy incómoda de administración y todavía más efectos secundarios.

Fue en 2014 cuando realmente dispusimos de los primeros AAD que permitían terapias libres de interferón, sofosbuvir, simeprevir y daclatasvir. Aunque el más famoso fue sofosbuvir (Sovaldi®), porque constituía la base del tratamiento (combinado con simeprevir o daclatasvir) y las asociaciones de pacientes con hepatitis C se movilizaron y reclamaron su financiación y el acceso de todos los pacientes a estos tratamientos. El principal problema era económico, ya que el coste mensual de un tratamiento con sofosbuvir era de unos 15.000 €, y puesto que se debían combinar dos AAD el coste podía ascender a unos 25.000 €/mes durante 3-6 meses.

Ante el problema presupuestario que esto suponía, junto con la enorme presión social que tuvo lugar, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad  desarrolló el plan estratégico para el abordaje de la hepatitis C en el Sistema Nacional de Salud (PEAHC), con el objetivo de permitir el “acceso ordenado” de los pacientes del SNS a los nuevos tratamientos para la hepatitis C en el marco de las condiciones de financiación pública de estos medicamentos. Inicialmente se trataron los pacientes más graves (mayor grado de fibrosis, trasplantados o en lista de espera de trasplante) y con riesgo elevado de transmisión de la infección.

Por otro lado, en 2015 se amplió considerablemente el arsenal terapéutico, con nuevos AAD, con escasos efectos adversos y que, combinados entre ellos, en estos momentos permiten la curación con una eficacia superior al 95%, con una duración de tratamiento de tan solo 2-3 meses (de forma excepcional más tiempo). Otro aspecto importante es que se ha reducido considerablemente su coste, que ahora es aproximadamente de 6000-7000 €/tratamiento completo.




¿Y qué resultados se han obtenido tras toda esta inversión?

La Secretaría General de Sanidad y Consumo Ministerio de Sanidad. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha publicado los Resultados del PEAHC hasta noviembre de 2017, con los datos proporcionados por todas las comunidades autónomas.

Desde su inicio en el primer trimestre del 2015 hasta octubre de 2017 se han tratado con AAD en España 90.254 pacientes con hepatitis C. Teniendo en cuenta que en junio de 2017 el Consejo Interterritorial del SNS aprobó la extensión del tratamiento para todos los pacientes con hepatitis C independientemente del grados de fibrosis  (siempre a criterio médico).


Los resultados provisionales obtenidos de efectividad terapéutica, según este mismo informe, sobre datos de respuesta viral sostenida a las 12 semanas de finalización del tratamiento correspondientes a 27.746 pacientes indican que el 95,48 % de los pacientes se ha curado. Además se confirma que se está reduciendo la prevalencia (cantidad total de pacientes) e incidencia (número de nuevos casos) de la infección VHC.

Estos tratamientos en principio suponen un mayor coste sanitario, sin embargo  se ha comprobado que se mejora considerablemente la calidad de vida del paciente, se evitan las complicaciones de las fases avanzadas de la enfermedad, se simplifica mucho el seguimiento clínico del paciente y se reduce el número de trasplantes. Además, al eliminar la infección,  se evita la transmisión de la hepatitis C. De este modo se ahorra en otro tipo de costes. Todo esto hace que sean tratamientos muy coste-efectivos.

Por lo tanto se confirman las buenas noticias. Disponemos de tratamientos CURATIVOS para la hepatitis C, con pautas más cómodas que las terapias precedentes, mejor tolerados y, sobre todo,  más eficaces (con datos reales), lo que los convierte en una BUENA INVERSIÓN para el Sistema Nacional de Salud, y más importante, suponen una BUENA INVERSIÓN para los pacientes.

Saludos,