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jueves, 22 de marzo de 2018

Inmunoglobulinas subcutáneas: ¿qué son y cómo se administran?

Las inmunoglobulinas, también llamados anticuerpos, son un tipo de proteínas que sintetizan nuestras células defensivas para luchar contra las infecciones. Si recordáis la serie de "Erase una vez el cuerpo humano..." se correspondían con los bichitos voladores que lanzaban las naves espaciales cuando detectaban algún agente infeccioso. Tienen la capacidad de unirse a todo lo que no sea propio e iniciar la respuesta defensiva del organismo.




Hay algunas personas que por problemas genéticos o adquiridos pierden la capacidad de generar un nivel adecuado de anticuerpos. En estos casos, para que no padezcan infecciones y puedan vivir sanos se les debe administrar anticuerpos cada pocas semanas. Estas moléculas, al ser proteínas grandes y complejas, no pueden ser fabricadas en un laboratorio, por lo que se obtienen a partir del plasma de las donaciones de sangre. Se puede decir que de las donaciones se aprovecha todo.

Hasta hace poco, la única opción que tenían estos pacientes era acudir al hospital para que les infundieran estas inmunoglobulinas por vía intravenosa. Además del inconveniente de ir al hospital y que le canalicen una vía, la administración se debe hacer a muy baja velocidad para que no haya reacciones adversas, por lo que los pacientes se pasan horas y horas sentados con el gotero.

En los últimos años, han aparecido en el mercado dos medicamentos que pueden ayudar a este tipo de pacientes. Ambos contienen inmunoglobulinas pero con la salvedad de que se pueden autoadministrar por vía subcutánea. Es decir, los pacientes las recogen en las farmacias de hospital y, tras una formación, se las administran ellos mismos en su casa.

Sin embargo, no todos los pacientes en tratamiento con inmunoglobulinas intravenosas pueden cambiar a las subcutáneas. Son fármacos cuya forma de administración es bastante compleja por lo que el médico debe asegurarse de que el paciente va a ser capaz de administrárselo correctamente. Además, los pacientes deben contar con apoyo social a largo plazo.

Pero, ¿cómo se administran estos medicamentos?

Hizentra



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El vídeo no está disponible en YouTube, así que os dejamos la web del laboratorio desde donde lo podéis reproducir.


En definitiva, cualquier estrategia que facilite el día a día de los pacientes siempre debe ser bienvenida, y más en casos de enfermedades crónicas. Por otro lado, aunque la autoadministración de medicamentos es muy interesante, se debe tener en cuenta la capacitación del paciente. Es decir, por muy bien que le venga a un paciente el cambio, solo se debe realizar si está preparado, ya que lo primero siempre debe ser recibir el tratamiento de manera correcta.


Cuídense!

Andreia Oliveira
María Centelles
Pablo Pérez

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