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miércoles, 18 de febrero de 2015

Inmunosupresión en el paciente trasplantado: consejos respecto a su medicación

El sistema inmunitario es el encargado de proteger al organismo frente a las enfermedades causadas por una amplia variedad de agentes infecciosos tales como bacterias, virus, hongos o parásitos. En definitiva, nos protege frente a los agentes agresivos para nuestro cuerpo y los elimina.
Tras un trasplante, los tejidos del receptor y del donante presentan diferencias que pueden producir que el sistema inmunitario del receptor reaccione frente al órgano al reconocerlo como extraño, lo que se conoce como “rechazo”. Para evitarlo, contamos con los fármacos inmunosupresores, que bloquean la respuesta del sistema inmunitario y disminuyen el riesgo de que aparezca este rechazo.
Estos fármacos se deben tomar desde el primer día post-trasplante y para siempre, a la dosis exacta prescrita por el médico, que se irá ajustando según los niveles de fármaco en sangre que se obtengan en las analíticas. A estas analíticas se debe acudir en ayunas y sin haberse tomado la medicación, que se tomará posteriormente. Nunca debe omitir ni olvidar ninguna dosis, y si va a viajar es importante llevar consigo suficiente medicación para no interrumpir el tratamiento.
En caso de omisión de una dosis o toma de una dosis errónea, no debe tomarse una dosis doble o diferente en la siguiente toma. Consulte a su médico que le indicará como proceder.
Es útil aprenderse el nombre de los medicamentos inmunosupresores que esté tomando, para que pueda advertir de ello a otros profesionales sanitarios que le puedan atender. Asegúrese de que al prescribirle otros medicamentos el médico conoce el tratamiento que toma para evitar interacciones, es decir, que otros fármacos aumenten o disminuyan los niveles sanguíneos de los fármacos inmunosupresores y se pueda producir toxicidad o falta de efectividad de los mismos. Esto es aplicable también a los fármacos que se adquieren sin receta, a algunas plantas medicinales, o al zumo de pomelo, por lo que se recomienda que consulte con su médico o farmacéutico antes de tomar cualquiera de ellos por su cuenta.
Respecto a la vacunación, durante el primer año después del trasplante no se recomienda, y no se debe recibir vacunas de virus vivos o atenuados. En cualquier caso, el médico determinará la necesidad o no de vacunarse.
En definitiva, la medicación inmunosupresora que se prescribe tras un trasplante es esencial para evitar el rechazo del mismo y que el órgano funcione correctamente. Por tanto, debe tomarse exactamente como el médico le haya indicado, sin olvidar ni omitir ninguna dosis, y extremando las precauciones en cuanto a la combinación con otros fármacos o productos naturales. Y recuerde que ante cualquier duda siempre debe recurrir al consejo de un profesional sanitario.

En próximas entradas le ofreceremos más consejos acerca de hábitos saludables en el paciente trasplantado con tratamiento inmunosupresor.

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