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jueves, 18 de abril de 2013

¡Cuidado con las lentillas!

Millones de personas en todo el mundo utilizan lentes de contacto regularmente. A pesar de que la mejora en los materiales de fabricación y sistemas de mantenimiento ha reducido las complicaciones asociadas a su uso, no se debe olvidar que su utilización conlleva cierto riesgo. Entre los problemas oculares más frecuente que aparecen en los usuarios de lentes de contacto se encuentran:
  • Hipersensibilidad y procesos alérgicos.
  • Inflamaciones corneales.
  • Sequedad ocular.
  • Erosiones y lesiones oculares producidos por el roce de la lente de contacto o por algún cuerpo extraño atrapado entre el ojo y la lente.
  • Infecciones corneales.

La infección más común asociada con el uso de lentes de contacto es la queratitis, infección que afecta a la córnea. Esta puede tener diferentes origenes, incluyendo virus, bacterias u hongos. A pesar de que se desconoce con exactitud la incidenica de infecciones asociadas al uso de lentes de contacto, las consultas recibidas en oftalmología relacionadas con este tipo de problemas son frecuentes y han aumentado notablemente en los últimos años.

Los síntomas de una infección ocular pueden incluir visión borrosa, enrojecimiento inusual de los ojos, dolor, lagrimeo o secreciones, mayor sensibilidad a la luz o la sensación de tener un objeto extraño en el ojo. Aunque en la mayoría de casos las infecciones son de carácter leve, en ocasiones nos encontramos casos muy graves que terminan causando pérdidas serias de la visión, destrucción de la cornea con trasplante asociado e inclusive ceguera. Una de las infecciones más graves es la producida por Acanthamoeba, un microorganismo cuya infección se asocia en muchos casos con la perdida total de visión.


Prevención
Los factores que contribuyen a una infección por uso de lentes de contacto incluyen:
  • Usar lentes de contacto durante largos periodos
  • Dormir con lentes de contacto
  • Sequedad de la superficie del ojo
  • Falta de higiene en la manipulación de las lentes de contacto
La mejor manera de evitar infecciones en los ojos es seguir las instrucciones de un cuidado adecuado de lentes prescritas por su profesional de la visión. No obstante, a continuación se dan algunas recomendaciones generales:
  • Antes de manipular las lentes de contacto, lávese las manos con agua y jabón; luego enjuague y séquelas con una toalla sin pelusa.
  • Los lentes de contacto no deben enjuagarse o almacenarse con agua de grifo. No utilice soluciones salinas o gotas humectantes para desinfectar los lentes. No son un desinfectante eficaz.
  • Use y reemplace sus lentes de contacto de acuerdo al período prescrito por su profesional de la visión.
  • Durante la limpieza, frote sus lentes de contacto con los dedos y enjuague las lentes con la solución antes de remojarlas.
  • Mantenga el estuche de los lentes limpios y reemplácelo regularmente, por lo menos una vez cada tres meses. Los estuches pueden ser una fuente de contaminación e infección.
  • Si almacena sus lentes en el estuche por un período prolongado, consulte las instrucciones que vienen con los lentes de contacto o con la solución para determinar si es necesario volver a desinfectar los lentes antes de usarlos. En ningún caso debe usar sus lentes después de 30 días o más sin desinfectarlos de nuevo.
  • Evite la exposición al humo del tabaco.
  • Evite entrara en piscinas o en el mar mientras está usando las lentes.
  • Tenga cuidado con el uso de lentes decorativas, como las que se venden en tiendas de disfraces. Éstas pueden producir daños permanentes en los ojos.
  • Hágase exámenes oculares regularmente. Si usted usa lentes de contacto, debe ser examinado por un profesional de la visión cada año o más a menudo si es necesario.
  • Mantenga la botella del “líquido para lentllas” bien cerrada cuando no esté en uso.

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